manos artesanas

Doña Erminia Vargas ya no recuerda cuando aprendió a entrelazar las fibras.
img2600 Recogía de a cientos desde el bosque tupido con pies mojados y una  lluvia         permanente que le enseñó a ser su compañera.  No había mucho tiempo para juegos , aunque reconoce que con todas las obligaciones y deberes,  debía encontrar la  entretención a como diera lugar.   Su madre, también tejía la lana y sus dos hermanas debían dedicar a la huerta más tiempo del que quisieran.

Los canastos que se producían diariamente eran ocupados en cuanta función existiera,  desde la recolección de los peces hasta el acarreo de verduras y hortalizas.

Sus hijas y nietas continuaron la tradición que le permitió poco a poco aprender nuevas técnicas y agregaron combinación de diversas fibras para obtener canastos   más resistentes.  Hoy día llevan sus canastos los días  domingo a la Feria de Dalcahue,  donde son muy apreciados por los turistas.

Published in: on 25 agosto 2009 at 2:18  Deja un comentario  
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